De 1992 a 1995, comienza a meterse de pleno en el mundo de la moda participado al centenario de la ‘’lona del monograma´´, proyecto de Louis Vuitton al que estuvieron invitados siete diseñadores entre los que encontramos a Azzedine Alaia , Helmut Lang , Sybilla , Manolo Blahnik , Isaac Mizrahi , Romeo Gigli , y Vivienne Westwood.

Siguió dando  pasos en el mundo de la moda trabajando en Louis Vuitton e Yves Saint Laurent, aunque no será hasta el año 2000 que alcance pleno éxito como diseñador: Una de las grandes firmas de moda francesa, Chistian Dior, le abre sus puertas, dejándole al frente de su línea masculina, Dior Homme.  

Desde este momento, este francés dictará las normas de la silueta masculina para el hombre del siglo XXI: sinuosas figuras estilizadas hasta el extremo y el marcado carácter andrógino de sus colecciones, Slimane reanimará durante casi una década el corte pitillo más extremo, y las combinaciones en blanco y negro más chic y sofisticadas que se han podido ver sobre las pasarelas masculinas.

En Abril de 2002, Slimane es el primer diseñador de ropa masculina en recibir un premio de la CFDA como Diseñador Internacional.

Amante de la música y la fotografía, sus colecciones siempre tienen un marcado carácter roquero y hasta ha diseñado para dos grupos de indie: The Strokes y Babyshambles.

En 2004, crea su Diario Rock con la colaboración del periodista británico Alex Needham. En mayo de 2006, Slimane crea el blog fotográfico ‘Hedi Slimane diario’. A partir de aquí, comienza a disparar los diferenciales para revistas como Vogue, VMAN y Púrpura.

En 2007, viajo a América y se basó en Los Ángeles, California, convirtiéndose esto en tema de mucha de sus imágenes, y mas delante de varias exposiciones.

En 2007 anunció su marcha de Dior Homme para trabajar en otros proyectos al margen de la firma. Cinco años más tarde Slimane sustituye a Stefano Pilati en la dirección creativa de Yves Saint Laurent, que pasó a denominarse YSL. 

En Marzo del 2016 anuncia su salida de Yves Saint-Laurent, las quinielas sobre su futuro corren como regueros de pólvora, señal del influjo que ha acumulado en el exclusivo mundo del diseño.

Un universo en el que Slimane se mueve como pez en el agua, cultivando el exclusivismo como nadie, ajeno a los medios de comunicación y a toda influencia que no salga de su propia imaginación.