Señora Dell’Orefice, ¿de dónde viene este nombre excepcional?

Bueno, es italiano, pero hace mucho tiempo que se me olvidó cómo se deletrea (Carmen se ríe).

¿Habla italiano? No. Mi padre era italiano, pero mi padre y mi madre no vivían juntos. Soy una mujer moderna, ya lo ve (Carmen se ríe).

Los europeos la adoran. ¿Suele venir con frecuencia?

Bueno, estuve prometida varias veces y mis prometidos me traían a Europa con asiduidad y ahora quiero dar las gracias a Airfield, a esta maravillosa empresa, por volver a traerme, donde la gente es respetuosa con la edad y las mujeres modernas. Airfield representa claramente a una mujer muy moderna. Ya sabe, destaqué por cómo viví mi vida. Tengo 84 años y siempre decidí cómo quería vivir y lo que quería ponerme, por encontrar una conexión con esta maravillosa marca. 

¿Cuál es su secreto de moda?

Veo muchos cambios en el mundo y hay algo que puedo decirle: mantener lo bueno y sencillo. La alta costura es muy incómoda de llevar. Lleva mucho tiempo y las mujeres de hoy en día no son solo concubinas o el caramelito de los hombres, ¿verdad? Son más reflexivas y piensan más en los acontecimientos, donde viven y donde trabajan, y necesitan excelentes elementos que viajen bien, que queden bien y que puedan permitirse. Les digo a las mujeres que es más el gusto que el dinero.

¿Qué espera de una buena colección de moda?

Airfield tiene piezas maravillosas que encajan en mi armario y con mi estilo de vida. Ya sabe, siempre ando de acá para allá, a veces voy al palacio a ver a la reina y otras veces estoy en casa y voy al supermercado. No llevo lo mismo para el mismo evento, pero puedo ir a Europa con una maleta blanda, siempre uso una maleta blanda. No la envuelvo. Si no puedo transportarla, no la llevo. Así que todas mis prendas deben poder doblarse según lo necesite, ser lo suficientemente ligeras y tener el corte adecuado para poder ser fáciles de combinar y adecuadas para cualquier ocasión.

¿Cómo describe su enorme éxito de los últimos 60 años en la moda?

Veo que he mantenido el tipo durante los años que he vivido. Cuando tenía 40, tenía 40. No quería tener 20 y nunca fingí ser otra cosa. Asumí las consecuencias de no estar en el candelero. Siempre realicé el trabajo adecuado para mi aspecto en ese año en particular.

¿Cuál es su secreto para estar en forma? Nunca he forzado mi cuerpo de formas que resultaran poco saludables. Naturalmente, mi cuerpo cambió durante los últimos años y a veces me río cuando me dicen que nunca cambio. Por supuesto que cambio. Hubo tiempos en que pesaba cinco kilos más y otros tiempos en los que tenía más colágeno en las células (risas).

Crecí con una madre húngara y me crié con verduras. Las verduras son muy importantes para un cuerpo sano. Nunca consumí drogas, nunca fumé. Naturalmente, me encanta un traguito de vez en cuando, pero en general siempre me he centrado en una dieta basada en los vegetales. Eso es todo.

¿Cuál es su mantra? Equilibrio. Todo es cuestión de equilibrio. Hasta los 40 no comprendí lo importante que es. Mi palabra favorita del ballet es el equilibrio. De niña solía ser una fantástica bailarina de ballet. ¿Qué quiso decir cuando una vez afirmó que las cosas bellas deben renovarse de vez en cuando? El mantenimiento del cuerpo son muchas cosas. Empieza por la forma de pensar. Y lo que verdaderamente es muy importante es tener conciencia de los demás.

Crecí con mi madre. Me crió sola. Desde muy pequeña aprendí que todos los céntimos cuentan y que hay que cuidar de una misma, del cuerpo y de las cosas que Dios nos ha dado. Y, especialmente, cómo nos tratan los demás. A veces me preguntan cuándo me voy a retirar y yo contesto que me retiro cada noche. (Risas). Me encanta mi trabajo. ¿Voy a dejar de hacer lo que me encanta hacer? ¡Claro que no! ¿Me encanta respirar? ¿Voy a dejar de respirar? (Risas)