El “punk” mostraba una tendencia callejera que luchaba contra el sistema y apostaba por pensamientos liberales. Sus radicales peinados a base de agresivas crestas y potentes rapados, junto con sus ropas holgadas adornadas con cadenas, candados e imperdibles, llamaron la atención en todo el mundo.

Con el paso de los años este estilo se ha instalado en las pasarelas y cada año renace, se reinventa, siendo fiel al cuero negro, el estampado de cuadros escoceses, las tachuelas y las calaveras.

A lo largo de la historia, la moda y la música han vivido un gran romance, se retroalimentan y complementan. “En moda todo está inventado”, dice Carolina Herrera, aunque las tendencias le sorprenden cada vez más.
“Lo feo es lo que se usa, creo que muchas mujeres abren su armario y se preguntan ¿qué es lo más feo que tengo para ponerme?”.

Pero en moda no todo es estética, también existen los ideales o los gustos musicales y el estado de ánimo. Por ello, cada temporada emergen diseños inspirados en “looks” de los 70 y los 80, que abanderaron movimientos culturales o reivindicaciones.

La melodía “punk” de los emblemáticos Sex Pistols y Ramones se hizo rebelión y se trasladó a la moda y, lo que antes era ropa considerada antiestética, es hoy tendencia.

Tachuelas e imperdibles, símbolos canallas. Símbolos tan canallas como las tachuelas, los imperdibles, los estampados de cuadros, las camisetas raídas, las “chupas” de cuero negro o las míticas botas Dr. Martens abanderan la moda neopunk.

Pantalones pitillo desteñidos, metalizados o de cuadros, chalecos, sudaderas con provocadores mensajes se cuelan hoy día en los armarios más “it”.

Los tonos oscuros, los cortes asimétricos, las hebillas, las medias rotas y los cabellos encrespados se encargan de hacer hincapié en esta tendencia que nació en las calles de los barrios.

Sin embargo, esta estética la abanderó la diseñadora inglesa Vivienne Westwood, la gran dama del punk, quien desde entonces ha bailado junto a ella con éxito y ha estado presente en sus colecciones.

Pocos diseñadores, peluqueros y estilistas de aquella época podían imaginar que, cuarenta años después, este movimiento volvería a estar de moda de la mano de famosas figuras como Balenciaga, Balmain, Burberry Prorsum, Givenchy o Bottega Veneta.

Cada cierto tiempo, vuelve el “punky” al cambiante mundo de la moda, para rodearlo de ese lado oscuro, incendiario y contestatario que lo caracteriza y que pretende marcar una línea de diferenciación con los estándares establecidos.EFE