Por mucho que la prensa económica se haga eco de sus resultados anuales, pocos ciudadanos de a pie saben que Tempe da nombre a la empresa de calzado de Inditex. Eso sí, no se mire la suela esperando encontrar su sello: no es una marca, sino la encargada de diseñar, comercializar y distribuir todos los zapatos y complementos que compra en Zara, Massimo Dutti, Uterqüe o cualquiera de las ocho cadenas comerciales del grupo gallego. La empresa nació en 1989, tiene su domicilio social en Arteixo y una sede de 180.000 metros cuadrados en Elche, uno de los principales núcleos de producción de calzado de nuestro país. Inditex es dueña del 50% de sus acciones y la otra mitad son propiedad del empresario Vicente García Torres, presidente de la compañía.

Zara fue la primera de las cadenas en incorporar calzado a su colección, empezando por la sección de niño en 1990. Poco después Tempe comenzó a producir los zapatos de señora y caballero y a lo largo del tiempo se ha ido encargando del resto de las firmas de Inditex. Sus diseñadores tienen muy en cuenta la marca para la que diseñan adaptando sus productos al consumidor final: zapatillas cómodas para estar en casa para Zara Home y Oysho, piezas juveniles y en tendencia para Stradivarius, Pull & Bear o Bershka y zapatos de mayor calidad para Uterqüe o Massimo Dutti.

Según explican desde Inditex, los equipos de diseño se nutren de todo tipo de tendencias a través de sus viajes, de la observación de lo que ocurre en la calle y de la información que reciben desde las tiendas. Se coordinan con los equipos de ropa y accesorios para decidir las tendencias por las que apostarán cada temporada y reciben feedback desde los puntos de venta del grupo para analizar los gustos del cliente y adaptar la oferta a la demanda.

A pesar de que la sede central y los principales centros logísticos están en Elche, Tempe también tiene oficinas en México, Brasil, China e India. Desde el centro logístico en España se distribuyen más de 50 millones de zapatos al año a las tiendas de Inditex de todo el mundo. Las novedades llegan al punto de venta dos veces por semana, la misma frecuencia con la que se renueva el resto de mercancía. En nuestras fronteras también se realiza parte de la producción (Uterqüe, por ejemplo, indica con el sello Made in Spain tanto en la tienda online como en los establecimientos físicos qué zapatos y bolsos han sido confeccionados en España). El resto se fabrica en las oficinas de representación de Sudamérica y Asia, que “dan soporte en la producción, la logística y la selección de proveedores en lugares estratégicos, lo que permite la reducción de tránsito en mercancías”, según explican en la web del grupo. Para todo ello la enseña cuenta con una plantilla de más de 1.700 empleados.

Fuente: smoda