Danielle Luquet vende su fondo de armario por 715.000 euros

La exmodelo francesa Danielle Luquet ha subastado una de las colecciones de alta costura y prêt-à-porter más importantes del último tramo del siglo XX, de su propiedad, por 714.437 euros (unos 970.381 dólares).

El fondo de armario de la francesa Danielle Luquet, una de las colecciones de alta costura y prêt-à-porter más importantes del último tramo del siglo XX y propiedad de la que fuera musa del modisto Yves Saint Laurent, se ha vendido en una subasta en París por 714.437 euros (unos 970.381 dólares).

La venta, organizada por Drouot, fue también la ocasión para desempolvar el armario de la provocación a través de la trayectoria como modelo de la mujer que popularizó el esmoquin femenino, las blusas transparentes o la sahariana.

Se subastaron 313 lotes de prendas y componentes confeccionadas entre 1960 y 2000 por Yves Saint-Laurent, Thierry Mugler, Paco Rabanne, Azzedine Alaïa, Claude Montana, Christian Lacroix o Balenciaga, entre otros.

Una relación simbiótica

La pieza estrella de la subasta, en la que se colocó a la venta parte de una colección que ronda las 12.000 prendas, fue un vestido de Yves Saint Laurent adjudicado por 118.750 euros (unos 161.250 dólares) y cuyo precio estimado oscilaba entre los 13.000 y los 15.000 euros (entre unos 17.650 y 23.000 dólares).

Saint Laurent (1936-2008) desarrolló con Luquet una relación simbiótica que a ella le aportó reconocimiento mundial y a él la inspiración que buscaba para vestir a la mujer de su tiempo.

“Había llegado de Lyon y había hecho muy poca moda cuando la elegí. Me di cuenta de que su cuerpo, sus gestos, eran los típicos de la mujer de hoy. No tenía nada que enseñarle, al contrario, fue ella la que me hizo deshacerme de todas las referencias y reminiscencias pasadas de moda”, explicó en 1969 el difunto modisto.

Cuando se produjo aquel encuentro, Danielle Luquet tenía 19 años y se convirtió en el lienzo y la musa de Saint-Laurent coincidiendo con el final de los años sesenta y el inicio de los setenta, en pleno apogeo de los movimientos sociales de liberación de la mujer.

Después desfilaría paraDior y seguiría nutriendo su carrera en el universo de la moda desde distintos ángulos mientras coleccionaba parte de las piezas únicas que subastadas hoy en París y expuestas recientemente en el Museo de Arte e Historia de Ginebra (Suiza), su ciudad de adopción. EFE