Bajo el paraguas de Modaespaña, una veintena de firmas españolas presentan en esta feria, que concluye mañana, sábado, sus colecciones para la próxima temporada Primavera/Verano 2016, en momentos en que la volatilidad del rublo y su fuerte depreciación tienen un impacto negativo en la demanda.

"Los últimos meses se observa la fuerte correlación entre los precios del petróleo y el rublo, lo que está repercutiendo en la economía rusa y en la cotización de la moneda nacional, y esa volatilidad genera una situación de incertidumbre", dice a Efe Miguel Rodríguez, analista comercial del ICEX de la Oficina Económica y Comercial de España en Moscú.

"El minorista o el distribuidor ruso vende en rublos y compra en euros, y eso tiene un impacto en las cuentas y por tanto repercute en los volúmenes" de negocio, añade.

La feria, sin embargo, es importante "para buscar nuevos distribuidores, ver a contactos, cerrar pedidos y mostrar nuestra presencia en el mercado", y por ello, a pesar de la volatilidad, se trata de "apostar a largo plazo", según Rodríguez.

E insiste en que "es importante mantener la continuidad, porque el ruso es un cliente consolidado, tanto el final como el intermediario".

En el recinto Expocentre de Moscú puede verse las nuevas propuestas de moda femenina, masculina, infantil y de lencería y baño, que buscan seducir a los compradores minoristas rusos, aunque la presencia se ha reducido algo respecto a la misma temporada de 2014.

La moda femenina y masculina está representada por las firmas nacionales Alba Conde, Anna Mora-Brunella, Carla Ruíz, Darío Beltrán, Luis Civit, Olga Santoni, Paz Torras, Peace & Love by Calao y Yerse.

La lencería y moda baño cuenta con Gisela, Jaycris, Massana Barcelona y Roidal.

Y en el terreno de la moda infantil pueden verse las nuevas creaciones de Ágatha Ruiz de la Prada Shoes, Biomecanics, Bóboli, Conguitos, Eli, Garvalín, Mayoral y Tinny Shoes.

Abel Segarra, distribuidor en Rusia con su empresa "Moda Style Concept", coincide en que "la caída del rublo es lo que más afecta" al negocio.

"La falta de estabilidad es desconcertante. Un cliente de Tomsk (Siberia), que compraba las dos colecciones del año y que en 2014 pagó 100.00 euros, ya nos ha dicho que no nos va a comprar, que no tiene presupuesto, y que va a comprar marcas rusas, en rublos", señala.

Pero Segarra también achaca parte del problema a la parte española.

"La moda española -exceptuando las grandes cadenas- es difícil de colocar, nos resulta mucho más fácil la italiana, o incluso la alemana, y por otra parte, los españoles tenemos fama de llegar tarde, y con los pedidos también nos retrasamos", afirma.

Este distribuidor dice que más fácil lo tiene la moda infantil española, lo que confirma un responsable de Mayoral.

"Aunque es cierto que el consumo se resiente por la depreciación del rublo, nosotros hemos podido superarlo gracias a que somos la única marca infantil europea con empresa propia aquí", señala a Efe Stephan Brunsteiner, subdirector comercial de Mayoral para Rusia, Turquía y Polonia.

"Los clientes pagan en rublos y nosotros tenemos contratado un seguro de cambio" que cubre el riesgo de depreciación."Esto permite que desde que el cliente hace el pedido hasta que se entrega no haya cambios en la tarifa", afirma.

Por otra parte, en ropa infantil, "al cliente ruso le gusta la moda mediterránea, el colorido, y la cosa más pija y elaborada", asegura.

Precisamente, los modelos infantiles de la catalana Bóboli y la malagueña Mayoral desfilan estos días en la pasarela CPM Kids, mientras que la catalana Roidal ha sido una de las marcas que participó en el Grand Defilé, dedicado a lencería y moda de baño, el pasado día 2, cuando se inauguró la feria.EFE