Christian Lacroix continúa con su exitosa colaboración con la Ópera de París para la que ha vuelto a crear el vestuario, en esta ocasión para “Midsummer Night’s Dream”, de George Balanchine, en una estrecha colaboración con Swarovski.

Un vestuario de 210 trajes en los que el cristal tiene una importancia fundamental, prendas cuidadas que se cuelgan prendidas de un hilo desde el techo para evitar roces, choques que las deterioren.

No es la primera vez que ambas firmas colaboran, en 2011, nació su encuentro para crear los trajes del ballet de la ópera “La Source”, y ahora la obra de Skakespeare, les ha vuelto a unir para desarrollar un vestuario deslumbrante en el que se han empleado más de 10.000 horas de trabajo y un equipo de 70 personas para crear los 210 trajes de Lacroix, que atesoran el brillo de alrededor de 1 millón de cristales de Swarovski.

Lacroix en la ópera de París

Christian Lacroix ha señalado que “adornar con cristales de Swarovski trajes, tiaras y coronas, ha sido posible gracias al trabajo tradicional, pero a la vez muy creativo, de los Ateliers de la Opera de París”.

Tiaras y coronas, entorno a 90 accesorios para el pelo, han sido adornados también con este característico cristal engarzado en tutús y encajes, bustier han sido bordados a mano, fruto del trabajo de los artesanos de los históricos los encargados de embellecerlos bajo la directriz y los diseños de Lacroix.

Nadia Swarovski, miembro de la junta ejecutiva de Swarovski y tataranieta del fundador, ha comentado el placer que ha supuesto “colaborar por segunda vez con Christian Lacroix y la Opera de París. Lacroix tiene una visión teatral increíble y lo refleja en sus hermosos trajes”.

Delicadas alas de las mariposas adornadas con un minucioso trabajo de incrustación de cristal, cosido directamente en la delicada organza hacen que las bailarinas simulen volar con sus saltos.

Las actuaciones de “Midsummer Night’s Dream”, finalizan el 29 de marzo en la Opera Bastille en París. EFE