Diseñadores consagrados como el estadounidense Tom Ford o el británico Paul Smith se alternarán en la pasarela con nuevos talentos, dispuestos a abrirse un hueco en el escenario internacional impulsados por el trampolín de la "London Fashion Week", una de las más importantes del mundo junto a las de París, Nueva York y Milán.

Con una afluencia de 5.000 visitantes de media en cada edición, entre compradores, periodistas y fotógrafos, el British Fashion Council -organizador del evento- estima que los pedidos alcancen los 100 millones de libras (122 millones de euros o 166 millones de dólares).

Nueve años después de que la modelo Kate Moss pusiera de moda las botas de goma de la marca Hunter, cuando las usó para combatir el barro en el festival de música de Glastonbury en 2005 combinadas con unos minúsculos pantalones vaqueros, la firma escocesa salta este sábado a la pasarela londinense.

Anchas en la puntera y de goma mate, esas botas creadas en 1856 pisarán fuerte en la Semana de la Moda de Londres, junto a una prenda impermeable de la misma firma, en un diseño de Alasdhair Willis, marido de Stella McCartney.

Otro de los nombres nuevos de esta edición es el de la marca japonesa Toga, de la diseñadora nipona Yasuko Furuta, que utiliza patrones peculiares y combina materiales y tejidos diferentes, buscando un resultado "contradictorio", según Furuta, que evoca la variedad de culturas en una mezcla oriental-occidental.

Las prendas, zapatos, bolsos y accesorios de la línea "Unique" de la marca británica Topshop, dominada por distintas gamas de azul, recorrerán también la pasarela el domingo, en un desfile que se celebrará en la icónica sala de Turbinas de la galería Tate Modern de Londres.

Se trata del primer desfile que se celebra en ese museo londinense, ubicado en una antigua fábrica en la orilla sur del Támesis, y además se retransmitirá en directo en la tienda principal de la marca en Londres, en la céntrica zona comercial de Oxford Circus.

Con unos auriculares de realidad virtual, los clientes de Topshop podrán seguir el desfile en 3D, así como el ambiente entre bastidores y la llegada de las celebridades al recinto.

Completan el cartel de la Semana de la Moda de Londres grandes clásicos en la capital británica, como Burberry Prorsum, que sorprenderá el lunes con tachuelas y lunares y rayas rojas y azules sobre fondos blancos; el estadounidense Tom Ford, cuya colección se presenta también ese día, y el británico Paul Smith, plato fuerte del domingo.

No faltará la habitual presencia española, Emilio de la Morena, que mañana sábado presenta una nueva colección a caballo entre "la elegancia y la provocación", dirigida a mujeres "fuertes, modernas y con control", según su propia descripción.

Pero Mulberry, que desde que Emma Hill abandonó la marca en septiembre no cuenta con directora creativa, no subirá a la pasarela en esta edición, si bien hará un pase de su colección en fotos el domingo, protagonizada por la prometedora modelo Cara Delevigne.

Junto a ella, la estadounidense Devon Windsor, quien ha desfilado para Chanel, Stella McCartney, Dior, Jean Paul Gaultier y Victoria´s Secret y es imagen de Moschino, y la británica Sarah "Doug" Douglas, que participó en la presentación de la colección de primavera/verano de Saint Laurent de 2014, son dos de las modelos más jóvenes que irrumpen en la pasarela londinense.

Más allá de los clásicos y el auge de la moda británica, este homenaje a la moda cosmopolita contará también con la presencia de diseñadores de Austria, Eslovaquia, Portugal, Hungría, Polonia, Estonia, Paraguay, Argentina, China, Camerún, Tanzania y Vietnam.

Dieciséis diseñadores argentinos cruzarán el Atlántico para traer a Londres sus creaciones, en las que predominan tejidos como lana, pelo de camélidos, cuero, metal y algodón.

Además de los desfiles, la capital británica ofrece esta semana exposiciones relacionadas con la moda, como la retrospectiva del fotógrafo británico David Bailey en la National Portrait Gallery; la colección "Hola, mi nombre es Paul Smith", en el Museo del Diseño de Londres, y "Fashion Rules" en el palacio de Kensington. EFE