Valentino nació en 1932, en la cuidad italiana de Voghera, Pavia y la moda estuvo vinculada a su vida desde que era un niño, cuando al salir del colegio ayudaba a su tía Rosa en el taller local de Ernestina Savadeo.

En 1949 acaba el colegio y confiesa a sus padres su deseo de ser diseñador. Sus padres lo envían a Milán para que continúe con su formación.

A los 17 años en el año 1950 y animado por sus padres, Valentino decide mudarse a Paris y empaparse de moda, para ello en la ‘Ecole des Beaux Arts’ y en la ‘Chambre syndicale de la Couture Parisienne’.

Allí consigue una oportunidad, primero ayudando a Jacques Fath y luego al gran Balenciaga, aunque el gran paso lo dio cuando Jean Desses le ofreció trabajo, y pudo colaborar en el diseño del estilo de la condesa Jacqueline de Ribes. 

Después Valentino se unió a Guy Laroche y tras dos años decidió volver a su país natal Italia y junto a su socio Giancarlo Giammetti fundó su propia marca: Valentino, en la Via Condotti de la preciosa Roma.

Este fue el primer paso grande de una larguísima carrera. Con su tienda ya montada los diseños de Valentino empezaron a popularizarse, sus diseños femeninos, cuidados y lejanos a los andrógino y exuberante cautivaron a la clientela de la época.

Buscador infatigable de la belleza femenina, su carrera sigue una línea recta alejada de la tendencia.  

“Siempre me ha encantado el rojo, desde que tengo memoria, pero lo descubrí y se apoderó de mí después de mi primer viaje a España. En aquella época vivía en París y tenía menos de veinte años. Me invitaron al teatro, y allí contemplé a una serie de mujeres españolas elegantísimas, vestidas de rojo. Espléndidas y fieras, muy sensuales y elegantes”, comenta.

A medida que sus diseños llenaban las calles de Roma Valentino decidió trasladar sus creaciones a Florencia, una etapa que siempre será recordada por su colección en blancos y el diseño del logo “V” 

Valentino ha sido condecorado con la Gran Orden oficial al mérito de la República Italiana, el título de Caballero del Trabajo y el ‘The Neiman Marcus Award’, algo así como el Oscar de la Moda. Aunque para él su mayor logro es que sus diseños se cotizan cada día más y son un must de las alfombras rojas. 

En 2008, coincidiendo con los fastos romanos organizados para celebrar sus 45 años en el mundo de la moda, Valentino anuncia su retirada.

Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli, responsables de accesorios durante los últimos diez años, fueron los encargados de tomar las riendas de la dirección creativa.

En 2012, una sociedad ubicada en Catar ha llegado a un acuerdo para hacerse con el control total de la compañía manteniendo, eso sí, el carácter ultra femenino de sus creaciones.