Es probable que viendo una simple imagen y un nombre no lleguemos a entender qué está pasando actualmente. Es más, puede que ni si quiera conozcamos a esta influencer virtual si no se está metido en ciertas plataformas, porque únicamente nos interesan determinados temas o se tiene una edad concreta. Así que, hagamos primero una rápida radiografía de este particular personaje.

Lil Miquela es una creación de Brud. Esta agencia creativa especializada en el mundo transmedia creó a este personaje virtual con el fin de experimentar, pero al poco tiempo se dieron cuenta del potencial que tenía y su fama no hizo más que aumentar. Eso le sirvió para crear una importante comunidad alrededor de sus usuarios en Instagram y de ahí al mundo de los influencers. Eso sí, en este caso el de los influencers creados por ordenador.

A lo largo de su corta vida, Lil Miquela ha participado en campañas de Calvin Klein e incluso fue la encargada de llevar la cuenta de Prada durante La semana de la moda de Milán. Con el tiempo también se convirtió en una estrella musical, algo para lo que otra persona le cede la voz (similar al caso de la banda Gorillaz).

Con toda esta trayectoria, la cual le permitió a Brud ser valorada en más de 100 millones de dólares, ahora llega un nievo hito en su carrera: logra firmar con CAA (Creative Artist Agency) y se convierte en la primera influencer virtual que lo consigue.

¿Qué significa esto? ¿Realmente no es Brud quien firma? Bueno, es cierto que Miquela no deja de ser una creación virtual, no tiene decisión propia y por tanto son sus responsables los que lo hacen. Pero a efectos de la industria, Miquela es la primera clienta o talento virtual que logra un acuerdo de este tipo y que la propia CAA ha definido como importante, especialmente para llevar a cabo acciones con marcas innovadoras y con visión de futuro que quieran alinearse con un icono cultural como lo es Lil para muchos.

Por tanto, la idea de CAA es que pueda realizar todo tipo de trabajos y apariciones, como si de otra cualquier influencer se tratase. Lógicamente, estos trabajos deberán contar con un medio o plataforma donde ella pueda estar. Eso significa que más allá de las redes sociales también podría vérsele en televisión o películas. Como dicen, si ya la hemos escuchado cantar qué diferencia habría con verla actuar. Fuente:eloutput