1. Incremento masivo del comercio electrónico: Si bien, ya algunos adquirían productos o servicios en plataformas digitales, luego de la cuarentena, más personas lo harán, por tal motivo el reto de los retailers consistirá en implementar una logística adecuada y cumplir con los plazos de entrega ofrecidos en su página web o redes sociales.

2. Mayor uso de la tecnología comunicacional: Desde la utilización del whatsapp para atender a pacientes o clientes, pasando por el uso del Zoom para hacer seminarios virtuales (webinars). Asimismo, se intensificaran los podcast (audios) que tratan diferentes temas tales como políticos, moda o religión y que se usaran para promocionar productos o servicios.

3. Aumento de ventas por el Home office: Muchos empleadores han indicado a sus colaboradores que trabajen desde su casa, medida que podría continuar luego de la cuarentena, dado que reducen costos fijos como: alquileres de oficina, pagos de luz, agua o teléfono. Esto también incentivara a que los colaboradores compren ropa cómoda tales como pijamas o buzos, productos de decoración tales como cuadros, adornos y hasta plantas de oficina así como incrementen el uso del delivery.

4. Reinvención de los centros comerciales: Tendrán que complementar su oferta con gimnasios o espacios de entretenimiento, convirtiéndose en centros de experiencia. Asimismo, comenzaran a arrendar locales que se usen solo como almacén (“Pick Up Store”), para que las personas que compren online, vayan al centro comercial a probarse o a recoger dichos productos.

5. Ser Sostenibles: Debido al aislamiento obligatorio, se señala que nuestro planeta está menos contaminado. En ese sentido, algunos retailers incluirán la sostenibilidad en sus propuestas comerciales así como también buscaran que se les otorguen certificaciones que los avale como sostenibles para que sus clientes les compren sus productos.

Sin duda, habrá más estrategias en el futuro para enfrentar este Cisne Negro, pero no debemos entrar en pánico, sino más bien pensar de manera creativa en cómo superarlo.

Por Annalucía Fasson Llosa, Profesora del curso de Estructuración Legal en la industria de la Moda de Esan