Los maxi anillos no son una tendencia nueva ni tampoco son un revival vintage de la década de los setenta u ochenta. Los primeros antecedentes sobre anillos de gran tamaño se encuentran en Estados Unidos durante los años veinte, cuando en plena Ley Seca se comenzaron a popularizar anillos de grandes proporciones en los cuales las señoras podían ocultar pequeñas cantidades de licor para las reuniones sociales. Es así como los maxi anillos nacieron por una necesidad, pero el paso del tiempo los convertiría en un accesorio llamativo.

El gran tamaño de los maxi anillos nos pone sobreaviso de la primera precaución: hay que escoger nuestro look de tal forma que no se vea sobre cargado. Debemos buscar un equilibrio correcto entre las prendas, el calzado y sobre todo con el resto de los accesorios. De ser posible, es mejor evitar cualquier otra joya o collar para entregarle el protagonismo a los maxi anillos.

Lo bueno de este tipo de alhajas es la gran variedad de diseños y formas que podemos encontrar actualmente en el mercado. Hay desde los más tradicionales con gemas de fantasía incluidas, con distintos tipos de flores hasta pasar por animales como serpientes, aves y mamíferos. Para eventos nocturnos o bien para complementar un look rockero y agresivo los anillos con puntas y texturas metálicas son los más indicados.

Grandes marcas de moda han comenzado a lanzar diseños de maxi anillos inspirados en esta nueva tendencia. Yves Saint Laurent y Lara Bohinc son sólo algunos de quienes han comenzado a posicionar la plata y los diseños con lapizlázuli como materiales de sus principales líneas de anillos, los que se han popularizado en el mundo de la moda.