Sobre la pasarela ha dado una lección de moda. Necesaria.Vemos vestidos mini, patrones de corte futurista, elementos de línea espacial y formas orgánicas que parecen venir de otro planeta.

Los tejidos naturales se mezclan con otros tecnológicos y se tiñen de colores vibrantes, aunque su paleta combina brillos y mates, tonos suaves y negros eléctricos.

Las flores, de estilo arty, se estampan o bordan en las prendas pero también sirven de inspiración para decorar mangas y escotes de vestidos. Y todo, perfecto.

“Hago lo que quiero”, dice el modisto. Y sentencia: “La moda es mi razón de vivir”.

Cardin se formó con Elsa Schicaparelli y Jeanne Paquin y fue uno de los primeros empleados que tuvo Christian Dior pero en 1950 se lanzó en solitario con su propia firma.

Fue uno de los precursores del prêt-à-porter y cuando lanzó su primera colección ‘lista para llevar ‘ fue expulsado de la Cámara Sindical de la Moda porque sus integrantes vieron que esa moda era una ofensa para la alta costura.

Volvió y fue adorado, tanto que ha recibido tres Dédales de Oro por su carrera. Fue un revolucionario que supo dar a la sociedad lo que pedía: cambios, libertad.

“Fui un afortunado de formar parte de un período en que había que volver a hacerlo todo. Las mujeres querían ir de fiesta, bailar, divertirse; aquello tenía su lado sexi”, dijo en una ocasión.

Desde su primera colección, Space Age (1953), jugó a mezclar moda y ciencia, y ya entonces abrió el camino de la moda unisex.

Cardin es diseñador (en el más sentido estricto de la palabra), artista, hombre de negocios, diplomático y productor teatral. Es presidente de honor de la Chambre Syndical de la Moda Masculine (Cámara Sindical de la Moda Masculina). 

Este rebelde, con causa, llegó a inventar tejidos, como el cardine, y ha escrito, puntada a puntada, su nombre en la historia. Es un grande, un icono, un espejo en el todos los diseñadores se han mirado en alguna ocasión. Siempre con respeto. . 

Revela que no se inspira en la calle y que sus musas solo existen en la noche. Le inspira cualquier cosa, ya sean formas, tejidos, colores u objetos, "puede ser la base de una mesa, un árbol, una hoja. Cualquier material me da ideas, puedo ver una alcachofa y luego hacer un vestido alcachofa”.

En una entrevista reciente contó que se dedicó a la moda para ganar dinero. Hoy es un maestro. “Sé coser, patronar y cortar, sé hacer un ojal a mano, ¡soy un perfeccionista!”, exclama.

Nos cuenta que diseña en la cama y que nunca se separa de su lapicero. Su mente no para; su cuerpo, tampoco. Cuenta que no tiene tiempo de ver el trabajo de los demás diseñadores y dedica sus palabras de admiración a André Courrèges, fallecido en enero de 2016.

“Es mi preferido como creador, él era un auténtico creador”.

rtve