Se trata de un inmueble de 2.617 m2 de superficie, distribuidos en siete plantas, y que tiene a la marca del grupo Inditex como único arrendatario. Mutualidad de la Abogacía destacó en un comunicado que este activo reúne "todas las características" que la institución tiene en cuenta para sus inversiones inmobiliarias, esto es, que sean activos 'prime', presenten una buena evolución y cuenten con "inquilinos de rentabilidad asegurada". Tras la salida de Zara, la consultora Cushman&Wakefield será la encargada de buscar un nuevo operador, una operación similar a la que ya llevó a cabo en la madrileña calle Goya, cuando Zara dejó su local y fue ocupado por Ikea.

Por su parte, Inditex, que no ha querido hacer declaraciones al respecto, saldrá del establecimiento entre marzo y abril de 2021 y el cierre se enmarca en el plan de clausura de tiendas que está llevando a cabo el grupo en toda España. Siempre que el grupo lleva a cabo un cierre de este tipo, ofrece a la plantilla su recolocación.

En este sentido, el gigante gallego desveló este año que realizaría un plan de optimización de sus tiendas físicas. Un proceso que comenzó en 2012, que aceleró en 2017 y que, entre este ejercicio y el que viene, intensificará para ponerle el final definitivo tras casi 10 años.

Esta última etapa estará marcada por el cierre de entre 1.000 y 1.200 establecimientos a nivel global, contando 2020 y 2021, y la apertura de 150 tiendas en cada uno de estos años, según anunció su presidente, Pablo Isla. Por tanto, el saldo anual será el cierre neto de entre 350 y 450 puntos físicos, que irá ligado a un impulso del canal online para que alcanzar el 25% de las ventas en 2022.

Durante las últimas semanas, Inditex ha cerrado 15 establecimientos en España centrándose sobre todo en la marca Kiddy’s Class, una de las más antiguas de la compañía fundada por Amancio Ortega. De momento, Zara se salva de las clausuras masivas, aunque sí ha sufrido algún cierre, como el de su mítico establecimiento en el famoso barrio parisino de Saint Germain-des-Prés o la tienda que la marca tiene en Jerez de la Frontera (Cádiz).

El objetivo de Inditex es centrar los cierres en la marca dedicada en la moda para niños porque son establecimientos de poca superficie y además compite con Zara Kids. El resto de las tiendas que la compañía ha clausurado son de marcas jóvenes. 

El grupo también ha ido cerrando establecimientos en las calles más caras de España. Es el caso de Oysho en el número 67 de Paseo de Gracia de Barcelona, tal y como adelantó idealista/news el pasado octubre.

Las clausuras de las tiendas forman parte de un plan más complejo que cuenta con una inversión de 2.700 millones de euros (1.000 millones para la estrategia online y 1.700 millones para los establecimientos físicos) y cuya estrategia es cerrar tiendas pequeñas para abrir otras más grandes.

Fuente:idealista.com