La investigación muestra que el 20% de los españoles han comprado productos falsificados de forma intencionada en los últimos doce meses, el segundo país con una media más alta en la UE, solo por detrás de Bulgaria (24%). El grupo de los cinco más países con mayor compra de productos falsos a sabiendas lo completan Irlanda (19%), Luxemburgo (19%) y Rumanía (18%).

Sin embargo 8 de cada 10 europeos cree que detrás de las falsificaciones hay organizaciones criminales y considera que la compra de estos productos arruina a las empresas y destruye empleos y consideran que es poco ético este consumo.

El precio, principal argumento

1 de cada 3 europeos (el 31%) justifica productos falsificados cuando el precio del original es elevado. Esta cifra asciende a la mitad (50%) en el caso de los consumidores más jóvenes, de entre 15 y 24 años, la llamada generación Z.

Entre las razones más mencionadas para dejar de comprar falsificaciones, la principal es que los productos originales tengan un precio más bajo, con un 43% de las opiniones. Asimismo, el riesgo de experiencias negativas (productos de mala calidad para el 27% de las personas, riesgos de seguridad para el 25% y sanciones para el 21%) también es un factor clave para que los consumidores dejen de comprar falsificaciones.

Piratería digital

En lo que se refiere a contenidos pirateados, los europeos se oponen en su mayoría ( 80%) a la piratearía digital siempre y cuando el acceso a contenidos en línea sea accesible. Pero si el contenido no está disponible en la suscripción contratada un 65% considera aceptable piratear. Si volvemos a la generación Z, a la de los jóvenes, 1 de cada 3 de entre 14 y 25 años recurre a la piratería para ver retransmisiones deportivas.

En cuanto a países Malta es el mayor consumidor de contenidos piratas (22%) los que menos Finlandia y Dinamarca con 9%.