Así lo han explicado hoy en Madrid los responsables de comunicación de las marcas de origen balear, Quique Díaz, de Pretty Ballerinas (nacida en Menorca), y Philippe Salva, de Camper (con sede en Inca, Mallorca).

Han destacado que esta primera colaboración surge de varios puntos de encuentro que acercan a las marcas, como “ser baleares y, además, empresasfamiliares que ya van por la tercera generación”, han señalado durante la presentación de los diseños.

Libertad sexy

Los modelos, que aúnan la libertad y la comodidad de Camper y el corte sexy y femenino que caracteriza a Pretty Ballerinas, no nacieron en la lejanía de un estudio creativo, sino en un contexto mucho más favorecedor para lainspiración: un barco en el mar.

Los equipos creativos de las firmas navegaron durante un día en un barco a medio camino entre las islas de Mallorca y Menorca para compartir ideas y propuestas e intercambiarse las hormas. Así nacieron los dos diseños que han “enriquecido” a las dos empresas.

El modelo de Pretty Ballerinas se ha realizado en un tejido llamado “nobuk” sedoso, con un lazo rosa flúor y suela Camper, “hemos ‘camperizado’ unas bailarinas”, aclara Quique Díaz.

El segundo diseño combina los icónicoscordones en zigzag de Camper sobre la redondeada y escotada horma Marilyn de Pretty Ballerinas. Se trata de dos creaciones conceptuales, sencillas, con dos colores básicos que se dirigen “a una mujer libre y alegre”.

“Este tipo de proyectos aportan riqueza a las dos firmas, una marca no puede encerrarse en una burbuja y girar solo sobre sí misma y sus creaciones“, ha apuntado Philippe Salva.

Del éxito de este primer trabajo entre las marcas dependerán futuros “diálogos creativos”, como define Salva a esta fusión de filosofías que, esperan, sea un éxito en países como España, Alemania o Reino Unido, donde suelen proyectar sus creaciones.

Camper posee más de 2.800 puntos de venta en todo el mundo y 29 tiendas en España, mientras que Pretty Ballerinas forma parte de uno de los principales grupos de calzado en España, Mascaró. EFE