En otros países es común señalar en cada “post” de una bitácora si detrás de la publicidad de un servicio, prenda o producto cosmético se esconde el patrocinio de una marca o, por el contrario, solo habita el altruismo o el gusto personal de quien escribe.

“En cualquier caso, habría que señalizarlo de alguna manera”, defiende Rivera, como hacen los medios de comunicación al diferenciar opinión e información.

La rentabilidad que se obtiene con un blog bien posicionado -a través de la publicidad, básicamente- ha empujado a muchos jóvenes a abrir su propio “diario” digital en internet.

“El 95 % de estos espacios, sin embargo, cierra al primer año de abrirse”, advierte Rivera, quien asegura que un trabajo así requiere de la misma dedicación y sacrificio que cualquier otro, “por eso muchos abandonan”.

Eso sí, si un bloguero consigue triunfar -para ello debe conseguir un tráfico de 20.000 o 40.000 visitas al día- puede llegar a cobrar entre 300 y 500 euros por subir una foto a Twitter o Instagram y embolsarse 6.000 euros por asistir a un evento.

“Sobrevivirán las profesionales”

Paula Ordovás (del blog “peeptoes“), inauguró su web sobre moda y estilo en 2009, como un “hobby”, sin saber que su pasión por este mundo le abriría las puertas de las semanas de la moda más importantes del mundo. Viajar es, precisamente, lo que más le gusta de su trabajo; “es un privilegio acercarse a otras culturas haciendo a la vez lo que más te gusta”.

Sus estilismos incluyen prendas de marcas muy conocidas, y acepta prestarlas su imagen como una fuente de financiación más; sin embargo, matiza, solo colabora “con firmas que yo consumiría como clienta”, es decir, se niega a ponerse algo “que no coincida con mi estilo o con mis gustos personales”, advierte.

Embajadora de Dior, Bvlgari, Armani oLancôme, Ordovás se dedica profesionalmente a su bitácora, y se defiende de las críticas: “no somos niñas que simplemente nos hacemos fotos, este trabajo -que ella desempeña junto a su hermano- requiere muchísima dedicación”.

Su compañera de oficio, Marta González Tarruella, gestora del blog “Entre toros y caballos“, también arremete contra el intrusismo y aboga por la profesionalización.

Su blog sólo tiene un año, pero está entre los más influyentes de España por su originalidad y por ubicarse en el espacio de una conocida revista.

González, hija del torero Dámaso González, combina contenido periodístico con fotografías que aúnan sus dos pasiones: la moda, “un buen gancho para atraer lectores”, y los animales.

Coincide con Paula Ordovás en que “hay que cuidar la relación con las marcas”, y lucir conlibertad “lo que verdaderamente te gusta”, sin que la recepción de regalos o prendas “te condicione” para hablar de unas firmas y no de otras.

No solo el universo “fashion” consigue la atención de miles de seguidores en internet. Físicamente, la “vlogger” (de “videoblog”) “Yellow Mellow” (nombre artístico) es todo lo contrario a una precursora de tendencias y, sin embargo, sus vídeos socarrones sobre temas sociales y de actualidad han cautivado a 500.000 suscriptores en Youtube.

Sus grandes gafas, su ropa masculina y, sobre todo, una verborrea especial y sarcástica con la que critica, con ácida ironía, a políticos o adictos al “selfie”, le han procurado 209.000 seguidores en Twitter, aunque su red social más potente es el canal de vídeo.EFE